Programa
La muerte y el nacimiento humano forman parte del ciclo natural de los seres vivos, y son las dos únicas certezas que tenemos en la vida. Sin embargo, la muerte de un hijo es la peor de las pesadillas para las madres y padres, con la que se aprende a convivir. No hay recetas, pautas, ni tiempos válidos para todos, cada caso es único, y lleva su propio proceso y ritmo.
El duelo por la muerte de un ser querido es el proceso de sanación de un corazón roto por la pérdida. Ningún padre/madre está preparado para afrontar la pérdida de un hijo, es algo contra natura que no entra en los esquemas evolutivos y cuando se produce provoca grandes crisis a nivel físico y emocional. Es una experiencia vital que paraliza a toda la familia . El dolor se mezcla con el miedo, la ira, la tristeza o la soledad, es un amasijo de emociones difícil de asimilar.
Los grupos de duelo significan una ayuda mutua, un acompañamiento en el proceso de duelo para que los padres/ madres que pasan por la dolorosa situación de la pérdida de un hijo no se sientan solos, pues van a compartir su experiencia con otras personas que han pasado por lo mismo. Pretenden ser un lugar de encuentro donde aprender los mecanismos que permitan seguir adelante tras la muerte de un ser querido.
En los grupos de duelo la premisa fundamental es compartir, un estado de ánimo, una emoción, una duda, un recuerdo, una risa, o una lágrima. Respetando los tiempos y lo vivido por cada uno de ellos, el grupo acompaña a cada persona en este complicado tránsito.